El Autorretrato de S. Ana


(Obra: S. Ana, la Virgen y el Niño con el cordero)

 

 

 

Observamos la imagen original girada en 90° en sentido horario de la obra de S. Ana. En la zona más alta está, oculto, el autorretrato de Leonardo da Vinci. Para observarlo de la mejor manera, se necesita girar ulteriormente la imagen 18°, en sentido antihorario. El rostro de Leonardo parece casi inclinarse transversalmente del margen del cuadro; no está completo. "Asomándose" deja la parte alta de la frente fuera del mismo cuadro.

He delimitado, en la parte interna del óvalo, el autorretrato. Para evidenciarlo, he usado esta vez, los colores ya presentes en el original, o sea, el blanco a la izquierda, el negro en la parte baja y el amarillo a la derecha. La zona del rostro, inclusive los cabellos y la barba blanca, es exactamente como aquella del original.
El color de base del rostro es el mismo de el "composiciones de batallas", más bien, es la continuación de la misma "mancha" de color. Algunas líneas, más allá de las cuales el color de fondo cambia ligeramente, delimitan sin lugar a dudas, el nuevo "inédito". El autorretrato comparte algunas partes con aquel que hemos visto anteriormente. Los cabellos son los mismos de la "composicion de batallas". La frente de la composición se convierte en parte del rostro de Leonardo. Los rasgos que antes formaban el ojo de la composición, se convierten en la boca del autorretrato. Para observarlo atentamente, es necesario olvidarse del retrato ya visto, porque de otro modo, es fácil distraerse observándolo. El rostro presenta siempre las mismas características de todos los retratos descubiertos. Es de hacer notar, su ojo derecho bien hecho, entrecerrado, mientras el otro casi no es visible.

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La imagen a la izquierda es la zona "original" del autorretrato cercana. La imagen a la derecha, es la misma, cercana, con el autorretrato delimitado solamente del blanco a los lados, y del negro en la parte inferior. Se puede notar la semejanza de los rasgos somáticos, entre éste y el autorretrato conocido del Leonardo da Vinci. Es un Leonardo más viejo (la obra de S. Ana es considerada incompleta, el artista murió antes de lograr terminarla). Tiene siempre la barba larga, ahora completamente blanca, cabellos un poco más cortos, la expresión más sufrida. 

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En la imagen superior, a la izquierda, podemos notar el particular aumentado del ojo entrecerrado del autorretrato, comparado con el ojo de S. Ana (del mismo cuadro), para notar el "stile" habitual del artista.  Se puede notar en el ojo del nuevo retrato los detalles particulares de las pestañas, de las cejas, los rasgos de diseño que forman el párpado, y aquellos que forman la sombra alta de la nariz.

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(Las imàgenes publicadas en este sitio, relacionadas con las elaboraciones gràficas de la Obra S. Ana, son de exclusiva propiedad del Autor. Es posible utilizarlas previa autorizaciòn del mismo).

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